Colgar cuadros: por dónde empezar
Si tienes que colgar cuadros en la pared, quizás te estés preguntando cómo hacerlo no solo sin cometer errores imperdonables, sino también mejorando la estética del espacio y revitalizando el ambiente doméstico. Los cuadros adecuados, colocados con inteligencia en un entorno poco personal, tienen la enorme ventaja de poder transformarlo de manera increíble, aportando color y un toque decididamente «tuyo» a la habitación.
En definitiva, colgar cuadros en un ambiente sin nada puede casi revolucionarlo, obteniendo resultados impensables. Si te preguntas si es difícil colgar cuadros en las paredes sin cometer errores, tengo una buena noticia para ti: colgar cuadros en las paredes te resultará bastante sencillo si lees todos los consejos que te dejamos a continuación.
Comencemos atendiendo a dos cosas esenciales:
- La altura de los cuadros colgados con respecto al suelo
- La relación entre los cuadros colgados en una misma pared (si son más de uno)
Prestando atención únicamente a estos dos aspectos, puedes colgar los cuadros en las paredes asegurándote de no cometer grandes errores. Sin embargo, antes de armarte con clavos y martillo, debes realizar algunas pequeñas e importantes operaciones para asegurarte de que el cuadro esté colocado en el lugar correcto.
Antes de empezar: lo esencial que se debe tener a mano
Veamos a continuación qué necesitas exactamente para colgar bien los cuadros. Lo mejor que puedes hacer es coger algunos elementos esenciales para recrear la pared con los cuadros que tienes en mente. Si aún no tienes en mente cómo vas a poner las imágenes, estas sencillas herramientas te ayudarán a tener una idea.
Es recomendable que cojas:
- Lápiz
- Hoja A4 (para dibujar la pared y los cuadros que tengas en mente)
- Cartón (para cortarlo según el tamaño de los cuadros)
- Un metro (para medir correctamente)
- Cinta adhesiva (para colgar las fotos en la pared y ensayar)
- Nivel de burbuja (para medir la alineación de los agujeros en la pared)
Y lo más importante de todo: tu imaginación y observación, que serán imprescindibles para cuadrar los cuadros (¡válgame la redundancia! :D)
Colgar cuadros en las paredes: visualiza el cuadro antes de colgarlo
Como habrás adivinado, es recomendable hacerse una idea de cómo quedaría la pared si colgaras los cuadros en ella. De esta forma puedes evitar hacer agujeros innecesarios en la pared y también puedes darte cuenta de si quedará bien o no según la idea que tengas.
Para ver el efecto que tendrían los cuadros colgados en la pared, haz esto:
1.Dibuja la pared y las imágenes que deseas colocar en una hoja de papel
Dibuja en un papel, tratando de recrearla, la pared que tienes en mente. Coloca los cuadros que quieras colgar en la pared que has recreado a lápiz y observa el resultado que va quedando. En este caso, ni los detalles del cuadro ni sus colores tienen una gran importancia. Lo que importa es su forma y cómo se relaciona con los demás elementos que están en la pared o próximos a ella: muebles, estanterías, mesas, plantas, candelabros u otros objetos colgados en la pared. Dibuja también todos estos elementos del entorno para ver cuál podría ser el resultado final. De esta manera, es posible que descubras que esa pared está demasiado llena o demasiado vacía o que hay que mover algunos muebles u objetos para que el cuadro destaque.
2.Utiliza cartulina para recrear los cuadros
Otro truco es utilizar el metro para medir el cuadro que quieras colgar, recrearlo en cartulina y recortarlo. Una vez que hayas hecho esto, puedes colgar el recorte directamente en la pared con la cinta adhesiva y luego alejarte para observar el resultado. Este trozo de cartón, con las dimensiones del cuadro que quieras colgar, es ideal para saber si la altura en la pared es la correcta, si está centrado y si te gusta o no. En definitiva, es una prueba muy útil para saber si colgar ese cuadro en esa pared sería una buena idea.
Cómo colgar cuadros en las paredes: esquemas y composiciones útiles
Ahora que ya tienes una idea más precisa del efecto que tendría el cuadro en la pared, pasaremos a las diferentes formas en las que se pueden colgar los cuadros. Existen distintos modelos de colocación para colgar cuadros con el fin de obtener un efecto agradable a la vista. Todos estos modelos juegan con la simetría o asimetría de los cuadros. Puedes tener en cuenta estos diferentes patrones de composición según el número y el tamaño de los cuadros que quieras colgar. No es necesario seguirlos de forma estricta. Puedes tenerlos en cuenta para tener un punto de partida.
Como puedes ver, estas son algunas de las composiciones que se adoptan con frecuencia al colgar cuadros en la pared. Garantizan uniformidad y una agradable estética. Obviamente, los temas representados en los cuadros también deben estar bien combinados entre sí. Aquí te dejamos el espacio para tu buen gusto y tus ganas de experimentar y jugar con las combinaciones.
Colgar cuadros en las paredes: ¡cuidado con la altura!
Además de los esquemas de composición como los que se muestran arriba, hay otra cosa a tener en cuenta a la hora de colgar cuadros: la altura del cuadro respecto al suelo. Los cuadros no deben colocarse ni demasiado altos ni demasiado bajos, hay que colgarlos a una altura adecuada. Dicha altura es aquella que permite ver los cuadros sin tener que girar la cabeza hacia arriba o hacia abajo.
Como norma general, los cuadros se cuelgan al menos a 120 cm del suelo si se cuelgan en una pared; si se cuelgan frente al sofá, 100 cm de altura desde el suelo sería suficiente. Evidentemente es una norma que hay que revisar con todas las pruebas que te hemos sugerido anteriormente porque cada habitación es un mundo. Utiliza los primeros consejos para visualizar el cuadro y mira si te convence.
Cómo colgar cuadros en la pared: todos los pasos a seguir
Cuando hayas hecho todas las pruebas y hayas elegido en qué zona de la pared, a qué altura y qué composición adoptar (si tienes intención de colgar más de un cuadro), es el momento de fijarlos a la pared.
Evidentemente, un cuadro requiere un agujero en la pared en el que insertar uno o más clavos que puedan soportar sin problema el peso del marco y el lienzo. Para los lienzos más ligeros se pueden utilizar clavos, pero para los más pesados será necesario perforar la pared con un taladro e introducir tornillos y tacos para sostener el lienzo. Al final del artículo también hemos recopilado alternativas para no agujerear la pared, pero como esto último es lo más frecuente, a continuación, encontrarás consejos prácticos para hacerlo perfectamente.
También te recomendamos que alguien te ayude, ya que entre dos personas puede ser más rápido y efectivo.
Pero veamos juntos los pasos a seguir antes de perforar la pared.
1. Haz la prueba final con cartulina
Recorta la cartulina con la misma forma y tamaño del cuadro y cuélgala en la pared con cinta adhesiva en el lugar exacto donde te gustaría que estuviera el cuadro. Si hay más de un cuadro haz lo mismo teniendo en cuenta la disposición que tengas en mente. También puedes utilizar periódico, pero las dimensiones deben ser exactamente las de los cuadros que vayas a colgar. Una vez hecho esto, aléjate de la pared y comprueba que la disposición de los cuadros en la pared sea equilibrada y que te guste. Si quieres la prueba de fuego definitiva, puedes pedirle a la otra persona que coloque el cuadro exactamente encima de la plantilla de cartón pegada a la pared y que lo sujete para observar el efecto final que tendría el cuadro colgado en ese punto.
2.Trazar los bordes y marcar los puntos a perforar
Si la posición te convence, ya puedes marcar los puntos en los que vayas a perforar la pared para insertar los clavos o los tornillos que necesites para sostener el cuadro. Para ello necesitas una gran precisión y es mejor hacerlo entre dos personas. Mientras una persona sostiene el cuadro fijado a la pared, la otra persona señala con un lápiz en la pared los puntos del marco donde estén los ganchos. Es necesario que el marco no se mueva y que los puntos estén marcados con mucha precisión.
3. Asegúrate de que las señales estén «niveladas»
Una vez que hayas hecho las marcas de los agujeros en la pared, debes comprobar que están perfectamente alineados. Si no fuera así, el cuadro podría quedar mal colgado. Para verificar que los orificios estén perfectamente alineados horizontalmente, debes usar un nivel de burbuja. Esta herramienta confirmará si los agujeros están al mismo nivel. Si no es así, bórralos y dibújalos de nuevo para que queden exactamente alineados horizontalmente.
4. Haz un agujero en la pared
Después de todas estas comprobaciones, podrás perforar la pared. Si la imagen es pequeña, solo necesitarás perforarla con un martillo y un clavo. En este caso, el truco consiste en clavar el clavo en la pared de forma que la cabeza del clavo apunte ligeramente hacia arriba, de manera que tenga una inclinación de unos 45° con respecto a la pared. Si, por el contrario, tienes que usar el taladro para hacer más agujeros porque el cuadro es grande, asegúrate de hacer los agujeros exactamente donde los has marcado y luego inserta los tacos y los tornillos asegurándote de que estén rectos.
5. ¡Cuelga los cuadros y admíralos!
Si has hecho todo como se ha descrito, ahora solo te queda coger el cuadro y colgarlo en la pared fijándolo a los soportes que has puesto. ¡La suerte está echada! Ahora por fin puedes admirar el cuadro colgado en la pared y disfrutar de él.
Alternativas si no quieres/puedes perforar la pared
¿Qué pasa si no puedes perforar la pared?
Puede ser que vivas de alquiler y prefieras evitar agujerear la pared o usar un taladro o un martillo. En este caso, existen alternativas adecuadas para no dañar la pared y poder colgar los cuadros de todas formas. Por ejemplo, existen tiras adhesivas de alta resistencia capaces de sujetar incluso cuadros grandes. De esta manera, puedes evitar tener que perforar la pared. Algunos marcos también tienen ganchos adhesivos que se pegan a la pared. Para los más sofisticados, también hay colgadores de cuadros con tacos e hilos. Un sistema que recuerda al de las exposiciones y museos, para dar un toque de elegancia a obras especialmente importantes o grandes.
Ahora que ya tienes todo, solo te queda armarte de un poco de paciencia y ¡colgar tus marcos en la pared!
Buen trabajo.